El CJA visibiliza a las mujeres directivas de entidades juveniles: “Seguimos bajo los trozos de un techo de cristal muy grande”
Cuatro jóvenes de los equipos directivos de la Federació d’Escoltisme Valencià, Scouts de Alicante y Tucumán 7 exponen las situaciones de desigualdad que todavía existen en el terreno asociativo
“El asociacionismo es el motor del cambio y en nuestra mano está ayudar a crear una sociedad más igualitaria, más inclusiva y con mayores oportunidades”, apuntó la vicepresidenta del Consell de la Joventut (CJA), Claudia Muñoz, al arranque de la mesa redonda «Alcem la veu» celebrada el viernes en la Sede Universitaria Ciudad de Alicante. “Es imprescindible escuchar a la juventud que tiene mucho que decir y más todavía que aportar”.
Para dar voz a las personas jóvenes y con el fin de ahondar en cómo las asociaciones juveniles fomentan valores como la igualdad entre las generaciones más pequeñas, el CJA organizó una jornada a la que acudieron la presidenta de Scouts de Alicante (SdA), Pilar Castro, su tesorera, Alejandra Richart, la coordinadora de Equipos de Acción de la Federació d’Escoltisme Valencià (FEV), Irene Pina, y la responsable de Formación del Centro Juvenil Salesiano Tucumán 7, María Vicedo.
En este sentido, las cuatro representantes de estas entidades y federaciones de educación no formal expusieron varias situaciones de desigualdad a las que se han enfrentado desde que ostentan sus cargos.
Y es que, a pesar de que el asociacionismo juvenil avanza en materia de concienciación y visibilización de la igualdad entre mujeres y hombres, “seguimos bajo los pedazos de un techo de cristal muy grande”, tal y como manifestó la presidenta de SdA. Su entidad, fundada hace casi cuarenta años, solo ha contado con cuatro mujeres que han ostentado el máximo cargo. “Hay una diferencia bastante notable”, lamentó Castro, a pesar de que “poco a poco vamos avanzando y hay que seguir trabajando para que más compañeras se animen a dar este paso”.
Una situación que también denunció la tesorera de esta entidad, pues durante su intervención reveló que en muchas ocasiones “he tenido que aclarar que soy una mujer”. Desde “en correos electrónicos de la entidad bancaria se me ha referido como señor Richart en vez de señora” hasta dentro de su propio equipo, ya que al comenzar esta tarea “otro compañero se tendió a asumir que él era el tesorero y yo la secretaria, en vez de al contrario”.
Por su parte, Irene Pina de la FEV, explicó que una de las cosas más difíciles para ella fue darse cuenta de que “vivimos en una sociedad que sufre desigualdades y como entidad también las tenemos y sufrimos. Hay muchas cosas que hacer: cambiar tradiciones, la manera de relacionarnos e, incluso, asumir que en nuestra propia entidad se pueden dar situaciones de abuso o acoso”. Un contexto que con su llegada al cargo en 2019 quiso cambiar y el parón de actividades presenciales que trajo la pandemia le permitió desarrollar, junto a su equipo, un plan estratégico de Igualdad- ya terminado y en proceso de ejecución – para las más de 6.000 personas y de 70 entidades que componen esta federación autonómica. “El anterior equipo quería empezar con la tarea, pero siempre hay un montón de cosas por hacer, hay otras prioridades y nunca se tiene en cuenta como se necesita. No parece importante”, expresó.
Las propias actividades de las asociaciones son precursoras de la igualdad, como el caso de Tucumán 7 con sus musicales, el “proyecto estrella” en el que trabajan monitoras y asociadas de los diferentes sectores. Según compartió su responsable de Formación, María Vicedo, “cumplimos con premisas básicas como que cada obra tenga el mismo número de personajes principales masculinos y femeninos, además de que compartan valores que queremos hacer llegar”. Para ofrecer la misma oportunidad a todas las asociadas “hemos llegado a cambiar personajes”, como ocurre este año con el musical de Anastasia donde “los papeles de sargento y militares se han dado a chicas y chicos con el mismo peso e importancia, cosa que en el original no ha pasado”.
Fomentar la igualdad: la importancia de la coeducación en el asociacionismo juvenil
Un punto importante en estas entidades es el modelo educativo que se transmite desde el equipo de formación a las personas asociadas. En este sentido, las cuatro representantes señalaron la coeducación como herramienta necesaria para fomentar y transmitir valores como la igualdad en sus espacios.
Desde Scouts de Alicante, su presidenta comentó que “la igualdad es algo implícito para nosotras y la intentamos trabajar de muchas maneras como visibilizar a colectivos LGTBI, haciendo uso del lenguaje inclusivo y haciendo coeducación en valores”.
Un modelo que también comparte la directiva de la FEV quien incide en que “hay que formar mucho en coeducación, ya que seguimos reproduciendo estereotipos sexistas” y destacó que este concepto hace referencia a una educación libre de los mismos que ha de tenerse en cuenta “de manera transversal en todo lo que haces”.
“Llega marzo y parece que la gente se acuerda de los derechos de la mujer y ya está. Tenemos la intención, pero no es suficiente”, lamentó la directiva de la FEV, por ello, una de las maneras en las que trabajar para que “el cambio sea efectivo y no solo un parche” es “hacer un análisis de situación para conocer los puntos fuertes del colectivo y reforzarlos, así como ver qué está fallando”.
Para promover esta coeducación también es importante mirar hacia la propia asociación y las personas que la componen, ya que la formación del equipo es “imprescindible, además de que tiene que estar concienciado para poder transmitir todos los valores a las nuevas generaciones”, añadió Vicedo.
A esta reflexión se sumó también Richart haciendo hincapié en la propia visibilidad de la junta directiva y el proceso de relevo, ya que “si no te ven haciéndolo a ti, no ven personajes femeninos liderando, no lo van a interiorizar o asumir”.
